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¿Comemos alimentos sanos?
Rolando Ernesto Tellez
Año tras año millones de personas
enferman como resultado de alimentos no seguros o inocuos, igualmente, miles de personas
mueren como resultado de las infecciones causadas por estos alimentos inocuos.
Para garantizar la higiene y seguridad de los alimentos en muchos países
desarrollados se implementan controles y se aplican principios como los del HACCP,
que es un sistema de análisis de riesgos y puntos críticos de control.
Aun así, garantizar la inocuidad
de los alimentos es un proceso difícil ya que involucra un control de los
mismos para que no se contaminen en todas las etapas del cultivo, preparación y
procesamiento de los mismos, hasta el momento que los llevamos a la boca. En
algunos países hay inspectores de alimentos que suelen cerrar establecimientos
donde no se cumplen las reglas sanitarias, con el fin de evitar que los
consumidores se enfermen.
La trazabilidad de los alimentos
se refiere a la capacidad de detectar en qué momento el producto se
contamina. Esto puede ser desde el agua
con que se regó determinada cosecha, al igual que los químicos y otras condiciones
no higiénicas circundantes; esto también se aplica a los productos de origen
animal, por ejemplo, si el pescado que ingerimos está contaminado con plomo,
esa contaminación acumulativa llega a tener un efecto dañino en nuestra salud.
Para asegurar que el alimento sea
inocuo en toda la cadena de alimentos, se necesita realizar diferentes tipos de
exámenes aleatorios de carácter biológico, químico, etc. No es verdad que el fuego
elimina todos los microorganismos patógenos que pueden producir enfermedades.
Es necesario tener determinada cantidad de tiempo y determinadas temperaturas
en la cocción para poder eliminar ciertos patógenos dañinos a nuestra salud.
Esto se aplica también a otros productos que tienen que mantenerse a
determinadas temperaturas frías para inhibir la descomposición de los productos
de origen animal.
Los técnicos agropecuarios, expertos
fitosanitarios y supervisores involucrados en la cadena de alimentos tendrán
que verificar y establecer puntos de control para evitar la contaminación de
alimentos y preservar la salud de los consumidores. Igualmente, los medios de
transporte y la manipulación de los alimentos pueden representar grandes
peligros y riesgos para hacer que un alimento no sea seguro.
Por esa razón, todas las personas
que tienen que ver con la preparación y el procesamiento de los alimentos para
el consumo humano debieran tomar cursos especializados, y con las
certificaciones y licencias se tendrá una mayor inocuidad de los alimentos. En
otros países se considera un crimen serio producir alimentos que van en
detrimento de la salud de los consumidores.
En nuestro contexto, es común ver
sanitarios, basureros, y otras fuentes de contaminación aledañas a alimentos
que se venden para el consumo humano. Muchas comidas se procesan y se venden al
aire libre sin ningún tipo de protección a los elementos. Existen virus y
microbios que pueden contaminar los alimentos, incluso con un estornudo, el
sudor, con las manos de personas que reciben dinero y tocan el producto,
incluso si utilizan una bolsa plástica ya contaminada.
Nuestras autoridades locales
tienen la responsabilidad de capacitar muy bien a los inspectores de alimentos
y asegurarse que todas las personas que tengan negocios de alimentos deben ser
certificadas para que puedan procesar, preparar, manipular y destruir
apropiadamente los alimentos y así evitar poner en riesgo nuestra salud en
cualquier momento.
Esta es mi reflexión después de
haber interpretado para un evento organizado por la Unión Europea para un
seminario de pesca y sus contrapartes centroamericanas.
rolando2@fulbrightmail.org